Los beneficios del tiro con arco son reconocidos por escritores, filósofos y maestros que han utilizado a menudo el tiro con arco como metáfora para transmitir un estilo de vida, un enfoque espiritual de la vida cotidiana, hecho de meditación y concentración. En definitiva, el tiro con arco, incluso antes de ser un deporte, es una práctica que puede elevar al ser humano y ayudarle en su vida cotidiana. He aquí los factores que nos parecen más determinantes para este papel del tiro con arco.
Enfoque
Pocos deportes requieren un nivel de concentración y atención tan alto como el tiro con arco. El arquero tiene que excluir todos los factores de distracción externos para centrar su atención en el acto que va a realizar, tiene que repasar en su mente cada uno de los movimientos que le llevarán a la liberación, gestionando la tensión y la presión, ¡y tiene que ser constante! Todo esto es increíblemente útil para cualquier actividad de la vida diaria, nos entrena para mantener la concentración, para afrontar cada situación con calma y determinación. Y, sobre todo, nos enseña que no basta con saber a dónde queremos ir, sino que lo fundamental es el camino que tomamos para llegar a él.
Fuerza
Como nos enseñan muchas formas de pensamiento, no se puede lograr el equilibrio si la mente y el cuerpo no están en sintonía. Naturalmente, estos también son beneficios del tiro con arco: la fuerza física debe entrenarse y desarrollarse a la par que la fuerza mental, y el momento de concentración debe contar con el apoyo adecuado del cuerpo. No hace falta recordar el adagio latino «mens sana in corpore sano» para reconocer su importancia en la vida cotidiana.
Beneficios del tiro con arco: Coordinación
Otro de los beneficios del tiro con arco es la coordinación. Cuando te pones en la línea de tiro, en pocos segundos, casi mecánicamente, sin pensar, realizas numerosos gestos: posicionar, fijar, ajustar la empuñadura, cargar, apuntar, soltar. Cada gesto dura quizás un puñado de segundos, casi imperceptible en el tiempo, pero la mente está ahí, controlando inconscientemente cada micromovimiento, por lo que ocurre que en el momento de soltarlo ya sabemos si será un buen tiro, ya sabemos qué hemos hecho mal. Esta capacidad de coordinar los gestos manteniendo el control de cada acción es tanto más importante hoy que en el pasado, dado que la modernidad nos impone ritmos y estímulos que acaban siendo alienantes e incontrolables. Ser mecánicos pero atentos nos permite al mismo tiempo protegernos de la sobreestimulación y liberar energía para nuestra individualidad.
Confianza en sí mismo
El tiro con arco, como deporte individual, nos anima a competir con nosotros mismos antes que con los demás. Nos anima a ir más allá de nuestros límites, a perfeccionar nuestra técnica, a cuestionarnos cuando cometemos errores para ver en qué podemos mejorar. Esto significa que cada nuevo objetivo aumenta la conciencia de nuestras propias capacidades y ayuda a mejorar la confianza en nosotros mismos.
Relajación uno de los beneficios del tiro con arco
Parece increíble que la concentración necesaria para entrenar, para aislarse, para repetir todos los gestos fundamentales para ponerse en posición, pueda ser relajante. Pero ocurre. Hoy en día, muchos arqueros van a «tirar unas flechas» precisamente para relajarse. Y tal vez sea precisamente el momento de estar a solas con uno mismo, concentrado en su disparo, sin otra preocupación que la de escuchar el sonido de la flecha que da en el blanco, lo que produce una sensación de relajación.